Fecha: 9 de julio de 2018
Lugar: Real Jardín Botánico Alfonso XIII. Universidad
Complutense de Madrid
Grupo:
Brad Mehldau Trio
Brad Mehldau: piano.
Larry Grenadier: contrabajo.
Jeff Ballard: batería.
Con su reciente disco bajo el brazo, Seymour Reads The
Constitution!, Brad Mehldau se presentó en el Jardín Botánico como uno de los
pianistas más alabados, tanto por la crítica como por los aficionados. No hay
más que ver como acuden a sus conciertos conscientes de que van a asistir a una
ceremonia. Tanto en su formato de trío como en solitario, Mehldau brinda unos
conciertos marcados por una precisión de relojería.
Desde que completara su legendaria serie Art of the Trio, de
1991 a 2001, el pianista de Florida se ha labrado una reputación como uno de
los más elegantes pianistas y uno de los más brillantes cultivadores del trío
en el jazz. Poco importa que se le haya querido encasillar a raíz de aquellos
radiantes discos en los que participó el batería Jorge Rossy.
Junto a sus acompañantes habituales, Larry Grenadier, al
contrabajo y Jeff Ballard a la batería, Brad Mehldau se siente como pez en el
agua nadando en un medio que no tiene secretos para él. Junto a otros grandes
pianistas como Fred Hersch, Marc Copland y por supuesto Keith Jarrett, Brad
Mehldau, es uno de los mayores herederos de la tradición del trío a nivel
mundial, que siguieron las huellas del gran Bill Evans, entre otros.
Brad Mehldau domina a la perfección el campo del blues y de
las baladas. La precisa perfección con la que frasea con su mano derecha es uno
de sus sellos personales. Con una seguridad exquisita y sentido de la
elegancia, sus interpretaciones están dotadas de constantes giros y cambios de
intensidad. Los temas son largos y llenos de un contenido muy denso, que se van
paladeando poco a poco.
Jeff Ballard lleva el swing en la sangre y es un constante
apoyo, tanto en las melodías como en los momentos más álgidos. El sentido de la
precisión del contrabajista Larry Grenadier otorga a los temas una tercera
dimensión. Ambos son una parte muy activa en el engranaje de cada una de las
piezas que interpretaron.
En las piezas a medio tono, los fraseos de Mehldau siempre
son sugerentes y emocionantes. Es capaz de marcarse un solo conmovedor de más
de cinco minutos lleno de detalles y momentos delicados. Desde el comienzo de
las piezas el trío impone su fortaleza y Brad Mehldau juega con el piano como
si fuera una caja de sorpresas.
Los tres músicos forman un círculo riguroso, un todo del
cual no se escapa ningún detalle que desentone. Fue uno de esos conciertos se
consideran redondos, en el que una palabra sobresale: magistral. No se puede
pedir más a un concierto que rayó la perfección.
Texto: © Carlos Lara, 2018
*No fotografías: © Enrique Farelo, 2018
*Gracias Brad Mehldau por no hacerme trabajar.
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