Por Carlos Lara y Enrique Farelo
Fecha: 20 de julio de 2018
Lugar: Café Berlín, Madrid.
Grupo:
Sergio Pamies Trío & Dave Liebman
Dave Liebman: saxo soprano y flauta de madera.
Sergio Pamies: piano.
Jordi Gaspar: contrabajo.
Gonzalo del Val: batería.
El joven pianista de 35 años, Sergio Pamies, afincado en
Estados Unidos, concretamente en Dallas, presentó en el café Berlín su último
disco What Brought You Here? (Bebyne Records, 2017), el tercero ya como líder
en su carrera profesional.
Como muchos otros jóvenes, este granadino ha decidido buscar
su sitio como músico fuera de este país. Después de realizar sus estudios de
piano en el Conservatorio de Barcelona, Pamies se marchó a Estados Unidos para
estudiar con el pianista sueco Stefan Karlsson y conseguir un master en piano
de jazz en la Universidad del Norte de Texas, así como un doctorado que
finalizó en 2016. Cuenta también con numerosos premios y distinciones en
Estados Unidos.
Tras la publicación de sus dos primeros trabajos y
actuaciones, algunos le han llegado a comparar con Chano Domínguez. Además de
colaborar con un montón de músicos españoles, Pamies tiene en su haber
acompañamientos con Christian Scott, Christian McBride, Peter Bernstein, Lewis
Nash, Tim Hagans y Greg Osby, entre otros.
Con estas brillantes referencias se presentó en el Café
Berlín reconociendo al principio del concierto sus nervios al poder compartir
escenario con el legendario saxofonista Dave Liebman.
El concierto se abrió con “What Brought You Here?”,
compuesto por Pamies, e iniciado de una manera lírica con el acompañamiento
melódico del soprano. La pieza va adquiriendo altos vueltos con los fuertes
fraseos. Hasta que la sección rítmica se queda sola demostrando su buen oficio.
Dave Liebman acomete sus agudos registros con puras improvisaciones, como
punzadas al aire en su línea de siempre.
Una composición de Dave Liebman, “Picadilly Lilly”, demostró
la calidad de este grupo. Una pieza muy abierta para que la sección rítmica se
explaye, impulsada por el saxo de Liebman. Gonzalo del Val demostró su calidad
y se mostró muy creativo a la batería a lo largo de todo el concierto. El
contrabajista Jordi Gaspar desempeñó también un papel crucial. Siguió el tema
“Bem-Aventurado”, de Pamies, de fuertes influencias brasileñas, en la que
Liebman se regodeó con la melodía de la balada. Cogió el relevo el pianista,
con un gran acompañamiento del contrabajo y la batería. Dave Liebman sigue
manteniendo su poderío y capacidad para la improvisación y se puso a prueba en
un dueto con Gonzalo del Val, que le aguantó sobradamente. Siguió otra
composición de Liebman, “Mommy’s Eyes”, con una introducción del pianista con
gran finura, dando paso a la entrada del saxofonista fraseando líricamente en
una pieza interpretada a medio tono de principio a fin.
“Our Man Andrew”, fue otra de las composiciones de Pamies,
en la que tuvo mucho protagonismo el batería, Gonzalo del Val, tanto con las
escobillas como con las baquetas. La pieza tiene un aroma bopper, en la que
Pamies con mucho swing demuestra mucha soltura y frescura en sus fraseos,
siempre atento a las enérgicas acometidas de Dave Liebman, que todo lo que
tocaba lo clavaba. Desde luego que sigue siendo un mago de la improvisación,
tal vez el mejor continuador de John Coltrane al soprano, con el que consigue
un sonido lírico y magistral, y muy cristalino.
Para demostrarlo el grupo interpretó una pieza ya legendaria
en el repertorio de Liebman, como es la versión de “India” de John Coltrane.
Como siempre, con una flauta de madera tocó la introducción, tras la cual el
tema se fue expandiendo por los caminos de la improvisación en un viaje
sugerente, en el que los cuatro músicos se sintieron protagonistas girando
alrededor de los registros agudos y sobreagudos de Dave Liebman. Una gran
versión.
El concierto ofreció una interpretación fabulosa de los
cuatro músicos, llena de expresividad, detalles y matices, muy elegantes, sin
estridencias. Todo salió en su justa medida. Pamies dejó una gran impresión,
demostrando que el duende del flamenco tiene muchas coincidencias con el jazz.
En sus composiciones juegan un gran papel las melodías, sabiendo mantener un
refinado equilibrio entre el lenguaje del jazz y el del flamenco. Dos mundos
tan alejados, pero a la vez tan coincidentes.
Texto: © Carlos Lara, 2018
Fotografías: © Enrique Farelo, 2018
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