domingo, 26 de febrero de 2017

Toda la oscuridad no será capaz de apagar tu luz. Por Enrique Farelo

                                                             “Cifu”, en la inauguración de Bogui, Madrid 28/06/2005
                                                                                               © Sergio Cabanillas, 2005.

Mentiría si dijera que conocía a Cifu e igualmente lo haría si sostuviera que éramos amigos entrañables; faltaría a la verdad si contara anécdotas que no están en mi memoria simplemente porque no existieron. Pero diría la verdad si hablara desde la lejanía y las pocas palabras que intercambiamos a la salida de algún concierto. Palabras de inquietud por un amor compartido, yo desde mi humilde afición y él desde su magisterio.
Sin conocernos, nos conocíamos. El nexo de unión era el jazz, que cada uno disfrutaba desde su particular tribuna, desde el color de su cristal y de su sentimiento.
Con el correr de los años todos cambiamos y físicamente nos apagamos cual antorcha se sumerge en el océano.
Esa antorcha que portaba Cifu y que no perderá su luz por mucha oscuridad de la que se rodee.
La luz que Cifu robó a los dioses del jazz fue para ofrecérselo a los melómanos, y éstos la hallarán en el estrellado cielo nocturno en forma de eterno lucero del alba.

© Enrique Farelo, 2015
http://www.tomajazz.com/web/?p=17661

..:: PERIODISMO Y JAZZ EN ESPAÑA (ENRIQUE FARELO)

Enrique Farelo. Mi currículo abarca desde el año 1996 cuando superé con satisfacción el curso de realización radiofónica impartido por Radio Vallecas. Tras presentar un proyecto de programa al cual denominé “Sin Estrellas” y, ser aceptado el mismo, permanecí dos años realizando dicho programa cuyo contenido se basaba en las nuevas músicas, el Folk ,progresivo etc... En 1998 ingresé en Radio Rivas y, ahí he permanecido hasta la fecha, con el programa Alquimia dedicado al jazz contemporáneo, partiendo de Miles Davis hasta nuestros días, con un apartado muy especial dedicado al jazz nacional y, entrevistas a  músicos españoles. www.audio.ya.com/radiorivas 95.4FM Madrid
                               Enrique Farelo
                                                            ©Fotografía: Javier Nombela                              
P: Una pregunta de difícil respuesta a la que estamos sometidos las gentes del jazz ¿qué es el jazz para ti?
E.F.: El jazz es libertad y ruptura. Libertad de forma y fondo. De forma por la utilización de instrumentos nunca antes utilizados por otras músicas, entre los que podemos destacar el saxofón, ya sea soprano, tenor, barítono o cualquier otra variante (este instrumento más bien parecía condenado al ostracismo de una pista circense que a otra cosa). 
La trompeta cuyos sonidos en nada se parecen a los sonidos barrocos empleados por grandes genios como Bach, Corelli, Purcell, o Handel entre otros. El contrabajo se convirtió en un instrumento solista al cual se le podía golpear como si se tratara de uno de percusión ya fuera con las manos o con el propio arco. 
El piano se define como instrumento de teclado (obviamente) y sobre todo de percusión; y así podríamos estar eones hablando sobre ello, sobre la incorporación de la electrónica (de la que algunos profanos todavía sostienen de dichos instrumentos los toca cualquiera frente a la dificultad de los acústicos). 
Y la batería..... ¿Dónde estuvo antes? En definitiva que hasta la zanfona o zanfoña forma parte del jazz.
Por todo lo cual se deduce es libertad de formas y de fondo porque nació de hombres libres convertidos en esclavos, que se emanciparon en los campos de batalla a toque de  tambor y corneta.  De cantos espirituales, danzas rituales de la vieja África, evolucionaron y, habitaron en prostíbulos de Nuevo Orleáns, pasando los clubs, hasta llegar a las grandes salas de concierto.
¿Y aún preguntas porqué supuso una ruptura en la Música? ¿Es que acaso hubo músicas en el pasado que improvisaran o que fueran capaces de fusionarse con otras como lo hace el jazz?
P: ¿Cuál es tu relación inicial con el jazz, tu primer encuentro con esta música?
E.F.: Hace unos cuantos años de esto, a ya por 1980.En esa época el rock progresivo-sinfónico fue devorado por la industria, entonces dirigí mí mirada al jazz, me topé con el sello alemán MPS (que salió en nuestro país en una serie denominada jazz/ stop) donde encontré verdaderas  maravillas  que alimentaron el gusto por esta música. Más tarde apareció el sello también alemán ECM (“El sonido más bello después del silencio”).
P: Jazz y España, Jazz e Instituciones… ¿palabras de difícil convivencia?
E.F.: En nuestro país aún hoy sigue siendo difícil el gusto por el jazz y, por la música en general. El jazz es una música rara que ni se comprende ni se acepta, porque no se conoce y, además se promociona  de forma insuficiente. Sin embargo es digno señalar la encomiable y sorda labor que llevan unos pocos profesionales por lo que creen justo y, que no se dejan prostituir por musiquillas  que triunfan en no sé qué concurso infame subvencionado por todos. A estos los llamo yo hijos de la democracia, que una vez finalizado el periodo de oscurantismo vio nacer en este país una generación de músicos de mentes inquietas y abiertas a otras formas que no fueran la España cañí. Por todo lo cual llego a la conclusión de los oídos sordos, los ojos ciegos y, de bocas mudas no vaya a ser que tengamos que gastar dinero público en algo tan poco rentable.
P: ¿Qué ha de cambiar para que el jazz español alcance la madurez? (si es que no la hubiera alcanzado)
E.F.: La madurez se alcanza con el movimiento y, los músicos se mueven interpretando su música en conciertos, ya sea en clubs ó en festivales, sin embargo parece que quién organiza estos eventos se olvida de los que tiene en casa, y, así resulta difícil que la rueda se mueva.
A principios de 2003 tuve la oportunidad de entrevistar para Alquimia al trío Bac y, de invitar a la vez a cierto dueño de uno de los clubs más importantes de jazz de Madrid, que aún reconociendo que la música de Bac era estupenda le parecía una apuesta arriesgada desde el punto de vista del negocio.
Concluyendo un mayor compromiso por parte de instituciones, ( en forma de subvenciones) y clubs; y un último apunte cuidar la imagen propia por parte de los músicos redundaría en su beneficio, no podemos olvidar que los tiempos corren en demasía y, es bueno ponerse al día en forma de una buena web , donde encontrar referencias a su obra y poder ver físicamente a la persona con fotografías que demuestren su profesionalidad.
P: España y Músicos de Jazz… ¿cuál es el nivel actual de nuestros músicos?
E.F.: La democracia es libertad eso favorece al jazz por definición, y, con ello favoreció igualmente la aparición de un buen puñado de jazzmen que han elevado el nivel notablemente, en cantidad y calidad.
P: ¿Qué nombres de nuestro jazz consideras destacan en este momento?
E.F.: Se dice que en España no existe el jazz, pues bien ahí van un puñado de músicos para despegar dudas: Baldo Martínez, Mario Rossy, Rai Ferrer, David Mengual, Javier Colina, todos ellos bajistas. Perico Sambeat, Jorge Pardo, R. Cardo, Josetxo Goia-Aribe, Mikel Andueza, saxos. Jorge Rossy, David Xirgu, Guillermo McGill, Marc Miralta, Carlos “sir Charles González”, baterías. A. Bover, Joan Díaz, Lluis Vidal, Germán Kucich, Abe Rábade, Agustí Fernández, Diego Amador, F. Miano, Chano Domínguez, pianistas. Santiago de la Muela, Dani Pérez, Juan Camacho, Antonio Bravo, Vicenç Solsona, Ximo Tebar, Chema Vílchez, Paco de Lucía, Guillermo Bazzola, Max Sunyer, Guitarras. David Pastor, Chris Kase, David Herrington, Benet Palet, M.Simon, trompetas. Celia Mur, Amelia Bernet, vocalistas y el multinstrumentista, arreglista y compositor Andreu Jacob, y muchos otros más que haya podido dejarme en el tintero olvidado.
P: Del panorama internacional del jazz, ¿qué nombres y movimientos te llaman especialmente la atención?
E.F.: Hablar de nombres implica cierta injusticia, ya que siempre queda alguno en el tintero, no obstante hay algunos que me parecen especialmente interesantes por su aportación al jazz actual, por su creatividad y la búsqueda de nuevos caminos, que no sean los ya explotados, ahí van unos pocos: Ken Schaphorst,(naxos-jazz), Baecastuff, (naxos-jazz),Dave Douglas, Gary Thomas, Tim Berne, Uri Caine, Reid Anderson, Ethan Iverson, Chris Cheek, Matt Renzi, (fresh sound new talent),Chris Potter, Jason Moran, Michael Portal, Jim Black, Frank Kimbrough, Ben Monder, David Binney, Wingnut,(desconocida banda de E.E.U.U., cuya web es la que sigue www,wingnutjazz.com ) y por supuesto el jazz-inglés, donde encontramos artistas de la importancia de Paul Dunmall , Paul Rogers, Keith Tippett, Tony Levin (todos ellos del grupo Mujician),Elton Dean, Hugo Hopper, Phill Miller (In Cahoots),Curlew,Esbjörn Svensson trio y, por supuesto Emmanuelle Somer ( Bélgica), oboísta ,clarinetista saxofonista y muchos más. 
En cuanto a los movimientos, pues todo lo relacionados con los anteriormente nombrados, desde la fusión bien entendida hasta el postfree o el jazz del S.XXI.
P: ¿Cuál es tu valoración del actual panorama de festivales de jazz en España? ¿Jazz o acto social? ¿Se cuenta suficientemente con el jazz español y europeo? ¿Merecerían en todo caso estos últimos presencia sobre esos escenarios?
E.F.: No cabe duda que hay festivales de importancia como el de San Sebastián, Vitoria y otros tantos, que por fortuna parecen florecer cada año en nuestro país, sin embargo parecen repetirse en exceso en los nombres y, en la inclusión de alguno que no tiene que ver con el jazz sino más bien con el rock ó incluso el pop. Cierto es que a veces prima el acto social ó el crematístico por encima del arte, pero tiene cierto lado positivo que es atraer a un público profano una música que no conoce.
En el aspecto de si se cuenta con el jazz europeo/español parece evidente escaso en el primero y casi nulo en el segundo. 
Rotundamente merecen tener presencia en los escenarios ya que Europa puede suponer un importante avance para el jazz.
P: ¿Festivales o programación de club?
E.F.: Ambos deben convivir como complemento uno del otro. Taxativamente sí.
P: ¿Cuál es la realidad del jazz en tu región?
E.F.: Mi región es Madrid, los clubs de vez en cuando se salen de la norma y traen a alguien que no es el de costumbre, excepción hecha es el Johnni (San Juan Evangelista), que siempre intenta arriesgar en la medida de sus posibilidades. Destacables igualmente son los festivales de ciudad Lineal, o el EmocionaJazz de este año 2003. Muchos son los aspectos aún a mejorar, esperemos un mayor apoyo institucional.
P: ¿Qué objetivos te planteas con tu programa "Alquimia"?
E.F.: Mis objetivos son los de llevar a todo aquel que quiera abrir sus oídos y sobre todo su mente al conocimiento de otras músicas que parecen no existir y, que cuando se descubren no se olvidan porque perduran dentro de nosotros, no como un estribillo sino con algo mas profundo.
P: 5 discos imprescindibles de tu discoteca
E.F.: Soy  consciente de estar ante la pregunta más difícil de responder y, de la respuesta mas injusta, pero estos discos son auténticas joyas del jazz/bop/fusion/vanguardia: McCoy Tyner/Trident , Freddie Hubbard/The Hub of Hubbard, Embryo/We keep on, Soft Machine/Fifth, Ralph Towner/Solstice
P: 5 directos de tu vida (a los que acudiste… no se refiere a grabaciones)
E.F.: No tengo muchas dudas sobre esta pregunta, el problema es acordarse de las fechas. Dexter Gordon Quartet con Kirk  Lightsey al piano celebrado el 23/4/82, en Madrid (San Juan Evangelista); Irakere celebrado el 26/11/82 (San Juan Evangelista); Lionel Hampton en la Plz. De París en Madrid en 198....; Lionel Hampton en el Fernán Gómez (Centro Cultura de la Villa en la Pza. de Colón en Madrid) en 1995?; Jan Garbarek/Charlie Haden/Egberto Gismonti-Mágico en 1982 en Madrid.
P: Algo que quieras añadir
E.F.: Sólo mostrar mi más sincero agradecimiento a todos aquellos que forman de alguna manera este proyecto y, a la oportunidad  que me han brindado de expresar mis opiniones.

© Carlos Pérez Cruz, Tomajazz.com 2004
    


  

..: ENRIQUE FARELO: EL VIAJE INICIATICO DEL ALQUIMISTA (AVUI JAZZ 2005)

    El Rock, el Jazz, el Jazz-Rock y la Fusión para las nuevas generaciones.
Lo que el Jazz toma del Rock, lo toma del jazz, pues el Rock debe su existencia al Jazz.
Este viaje comienza hace muchos, muchos años, tantos que parece que fue ayer. Corrían los años ‘60, cuando mi tierno cerebro comienza a tomar conciencia por la música, que con el trascurrir del tiempo se convertiría en afición de melómano. En aquel tiempo mis audiciones se limitaban a lo que una emisora de AM emitía a través de la radio de lámparas, tan extendida en la época. Así fui tomando gusto por lo que allí sonaba: Nino Bravo, Brincos, Bravos, Pekenikes, Miguel Ríos, Karina (“la novia de todos”) o “la chica yeyé” que no era otra que Conchita Velasco y un largo etc.
Quizás antes de todo esto y, de forma inconsciente rondara mi mente el gusto por Nat King Cole, Luis Mariano, Gloria Laso o Antonio Machín; por los boleros y el chachachá, al que tanta afición tenían mis progenitores en tiempos ya lejanos. Pero fue en la década de los ‘70 cuando con la aparición en mi vida de las emisoras de FM, y sobre todo de mi primer tocadiscos (el famoso Bettor), y junto él, los vinilos de E.L.O. (“A New World Record”), Eagles (“Hotel California”), Emerson, Lake & Palmer (“Trilogy”), supuso un cambio de actitud con respecto al rock progresivo-sinfónico), y con especial mención a un grupo cuya portada era una cajetilla de tabaco de la marca Camel (nombre de la banda), compuesto por dos discos que según rezaba en el encarte suponían su 1º y 2º trabajos; datos que no se correspondían con la realidad , pues eran el 2º y 3º, “Mirage” y “The Snow Goose”.
Era el tiempo en que a los “enteraos” se le llamaba “enrollaos”; hablaban de Música y de músicos, siempre descubriendo este o aquel grupo, ¡Qué distinta filosofía a la que se práctica en la actualidad, en la que sólo importa el “triunfo y el dinero”!. Después vino la desaparición del progresivo y con él, un vacío que necesitaba llenar; entonces mi mirada se centró en el sello Stop/Jazz (CFE) que no era otra que la distribución de los discos de la casa alemana MPS (Joachim E. Berendt). En dicho sello pude disfrutar de enormes vinilos como “New World” (Didier Lockwood), “Helen 12 Trees” (Charlie Mariano), ambos de jazz-rock, y otros de corte más clásico, de be-bop como “Another Day” (Oscar Peterson), “Suite For Trio” (Martial Solal), “A Day en Copenhagen” (Dexter Gordon), “Sunday Walk” (Jean Luc Ponty), “Trying to Make Heaven my Home” (Bily Harper), “Live at the Berlin Jazz Days 1980” (Lee Konitz & Martial Solal), “Tour Keys” (Solal, Konitz, Scofield, Orsted-Pedersen), “Momentum” (Jimmy Raney) y por último “Chasin’ the Bird” (Supersax) y “Sax No End” (Clarke-Boland Big Band), además de alguno que seguro me dejo en el tintero. Por si eso fuera poco, además venían traducidos al castellano y con una ficha coleccionable en el interior con información de otros discos del artista y datos sobre el propio vinilo.
Tampoco puedo evitar mencionar discos como los del sello Black Lion con maravillas como “Meets the Rhythm Section” de Stephane Grappelli, “The Giants”, (Grappelli & Earl Hines), “Anthropology” (Don Byas), “Hawk in Germany” (Coleman Hawkins & Bud Powel) ó “Silent Tongues” (Cecil Taylor), entre otros. Igualmente llamaron mi atención otros sellos como el mítico Pablo (en honor a Pablo Picasso), con discos como “The Trumpet Summit meets the Oscar Peterson Big Four” de Dizzy Gillespie, Freddie Hubbard, Clark Terry, Oscar Petreson, Ray Brown, Joe Pass y Bobby Durham; “Tivoli Gardens, Copenhagen, Denmark” (Grappelli, Joe Pass y N.H.O.P.) o Impulse , que me permitió conocer joyas como “Mysteries”, “Byablue”, “Forth Yawuh”, ó “Death and the Flower”, todos ellos de Keith Jarrett. Mención aparte merece el magnífico disco de Paul Gonzalves, “Cleopatra - Feelin’ Jazzy”, quizás no muy conocido, pero lleno de sentimiento profundo.
En paralelo con estas referencias, circularon por mis oídos grupos como Soft Machine, al que no supe entender en su día, demasiado complejo y cerebral, y solistas como Kevin Ayers. Los primeros tomaron su nombre de una novela de William Burroughs del mismo título con claras connotaciones sexuales (Máquina suave). El grupo se formó a finales de los 60, con el “lunático” Daevid Allen (años más tarde formaría Gong), Mike Ratledge y Robert Wyatt, quien dejaría el grupo en 1971 (dos años más tarde sufrió un accidente en Ibiza, al caer desde el balcón que le impidió de cintura para abajo) y posteriormente lideró Matching Mole, publicando dos discos: “Matching Mole” y “Little Red Record”; depués publicó “Rock Bottom”en el ‘74, álbum que pasa por ser uno de los trabajos claves de la década. La música en los primeros discos de Soft Machine, “Jet-Propelled Photographs” (disco del ‘67 que sirvió de introducción y editado en el 2003 por Charly records) “Volume One” y “Volume Two” se desarrolló por los caminos de la psicodelia propia de aquellos años, pero es a partir de su “Third” cuando comienzan su andadura por el jazz, incluyendo en su formación a músicos como Hugh Hooper o Elton Dean entre otros. Del tercero hasta el séptimo sin desperdicio, sin olvidar su época jazz-rock con la trilogía formada por “Bundles”, “Softs” y “Alive and Well: Recorded en París”.
Sin salir de Inglaterra nos encontramos con la banda que ha sido la influencia germinal de todos los grupos de jazz-rock no sólo de Europa sino del mundo entero, según la enciclopedia de L. Feather: el grupo Nucleus, liderado por el trompetista Ian Carr. Su carrera se desarrolló desde su debú “Elastic Rock” del ‘70 hasta 1980 con “Awakening”, destacando en especial el nombrado “Elastic Rock”, “We’ll Talk about it later”, “Solar Plexus” y “Belladonna”. Nucleus fue también fábrica constante de excelentes músicos entre los que podemos nombrar a los siguientes: Allan Holdsworth, Roy Babbington, Brian Smith, Dave MacRae, Kart Jenkins, John Marshall, Chris Spedding o Jeff Clyne; algunos de ellos sirvieron de constante intercambio con su banda hermana Soft Machine. Para la revista Melody Maker fue el mejor grupo británico de jazz-rock durante varios años. Corriere Della Sera (Milán) les señaló en su día como “laboratorio y diccionario de jazz eléctrico europeo” ó citando a Down Beat: “Ian Carr, un director de grupo europeo de la más alta estatura”.
Seguimos el viaje y esta ocasión no podemos perder de vista y mucho menos de oído a un grupo alemán llamado Embryo, del que tuve conocimiento al ser publicado en España su disco “We Keep On”, (“el del huevo”), con un tal Charlie Mariano a los saxos. El grupo fue nació con Christian Burchar (batería, percusión) y Edgar Hofmann (violín, saxo, percusión); fueron y son miembros importantes de la banda: Roman Bunka (guitarra, saz, bajo...) y Uwe Mullrich (bajo), entre otros. Fueron tristemente conocidos en España tras ser invitados por instituto Goethe a una gira por Marruecos, Portugal, Túnez y nuestro país, que suponía la presentación de su último trabajo “Embryo’s Rache” (1971) donde se incluía un tema titulado” España sí, Franco no”, por lo que fueron censurados. Sin embargo, otros sí sabían apreciar su música y así lo expresaron: “Ese grupo alemán tan hippie, donde Mal Waldron solía tocar; están haciendo cosas interesantes. ¿Sabes tío? Buenos músicos, creativos, que simplemente tocan buena mierda” Miles Davis, Barcelona 1975. Para terminar con esta formación, sólo comentaré que siempre me parecieron y me parecen una de las grandes bandas de fusión étnica, jazz y rock que han existido y existen, pues siguen en activo.
Pero ya que hablamos de Miles, es impensable argumentar nada sobre la fusión si no señalamos que él fue el verdadero creador de este estilo con un disco “In a Silence Way” (1969) y, sobre todo, como piedra angular su obra “Bitches Brew” (1969). Este trabajo sirvió como punto de partida para creación de grandes combos de la fusión en EEUU; “Weather Report” (Joe Zawinul-Wayne Shorter), “I sing the Body Electric” (’71), “Sweetnighter” (’73), “Tales Spinnin’” (’75), “Mysterious Traveller” (’74) y “Black Market” (‘76) no tienen desperdicio. Destacando igualmente Return to Forever (Chick Corea), cuyos discos “Return to Forever” (‘72), “Where have I Known you Before” (’74), Romantic Warrior (’76), han conseguido hacerse un hueco en la historia del jazz-rock. La Mahavishnu Orchestra de John McLaughlin es igualmente representativa, con obras esenciales como “The Inner Mouting Flame” (‘71), “Birds of Fire” (‘72) en el que se incluye el mejor solo de batería que jamás he escuchado en el tema “One Word” a cargo de Billy Cobham; “Between Nothingness & Eternity” en directo (‘73) o el “Apocalypse” (‘74) con la London Symphony Orchestra dirigida por Michael Tilson Thomas.
Quizás menos conocidos por su faceta dentro del jazz-rock sean “Chicago Transit Authority” y su hermano “Blood, Sweat & Tears”, pequeñas orquestas de rock arropadas por instrumentos de viento en clave jazzistica. Imposible me parece omitir a un genio como Franz Zappa con discos como “Waka / Jawaka” (1972) y Grand Wazoo (1972). Interpretado por Pierre Boulez, tocó todos los palos en vida: contemporánea, jazz, blues, rock, siempre con grandes dosis de humor ácido. Destacables igualmente en la actualidad, Medeski, Martin y Wood; y los muy poco conocidos Wingnut (con un más que interesante álbum, Color de 2000) de la escena de neoyorkina.
El siguiente paso en el largo peregrinaje de mi afición musical se produce a finales de los 70; en un viaje de regreso a Madrid en tren, donde pude conocer a un compañero de mi padre, el cual me introdujo en el desconocido para mí sello ECM de Manfred Eicher. En dicho tránsito fuimos degustando la música de un tal Jan Garbarek (“Photo with...” del ‘79) del que ya no tuve más noticias hasta la publicación en España del vinilo, el cual compré sin saber si era ó no el mismo disco solo basándome en la intuición y acertando de pleno. Y en el mismo ECM, otro de los artistas que más me fascinan y del que no puedo dejar de hablar es el noruego Terje Rypdal con un buen puñado de CD’s de interés entre los que destaco los siguientes: “Odyssey” (‘75) del que en un principio pensé que se refería a algún grupo progresivo alemán, cuando en realidad era uno de sus mejores discos sino el mejor. El vinilo en formato doble incluía un tema fantástico no aparecido en CD titulado “Rolling Stone” (23 minutos y 48 segundos de duración); dicho tema se puede encontrar como single, aunque no aparecido en nuestro país. También cabe destacar en su discografía “The Singles Collection” (‘89), “Blue” (‘86), “Descendre” (‘79), “Waves” (‘77), “What Comes After” (‘73) y dos joyas grabadas conjuntamente con Jack DeJohnette y Miroslav Vitous en el ‘78 y el ‘81: “Rypdal, Vitous, DeJohnette” y “To be Continued”.
Por aquellos años ‘80 también descubrí a grupos como los ingleses Azimuth (no confundir con los brasileños del mismo nombre), formado por John Taylor (piano, órgano), Norma Winstone (voz) y el canadiense Kenny Wheeler, (trompeta). Destacan sus obras “Azimuth” (‘77), con Ralph Towner, “The Touchstone” (‘78) y “Départ” (‘79). Música llena de poesía atmosférica, minimalismo y paz a partes iguales; un trío de puro arte y belleza.
Ya “sólo” me resta hablaros de otra de mis bandas favoritas, me refiero a Oregon, creada en Estados Unidos en 1971 con Ralph Towner (guitarra y piano), Collin Walcott (tabla, percusión, sitar...), Glenn Moore (bajo, violín, flauta...) y Paul McCandless (oboe, flauta, bajo, clarinete, soprano...); todos ellos nacidos en el seno del Winter Consort de Paul Winter (“Icarus”, 1971), que años más tarde se convertiría en uno de los “gurús” de la llamada “New Age”. El propio Towner dijo en alguna ocasión no saber bien a quién le debe más, si al Jazz o a la tradición clasicista europea. Su música se basa en la improvisación, en el Folk sobre todo de la India (muy distante sin embargo de lo que hiciera el grupo Shakti de John McLaughlin). En 1983 fichan por el sello ECM apostando por una instrumentación más eléctrica. En 1984 “Crossing” supone un punto de inflexión en su carrera, pues muere en accidente de coche su percusionista Collin Walcott una vez finalizada la grabación. En ese momento, el percusionista hindú Trilok Gurtu (del que siempre se dijo sería el sustituto ideal, en caso de faltar Walcott) entra a formar parte del grupo. De su discografía yo destacaría todo lo grabado para Vanguard es decir: “Music of Another Present Era” (‘72), “Distant Hills” (‘73), “Winter Light” (‘74), “Friends” (‘77), “Together” (77), grabado con Elvin Jones, “Violin” (‘77) con Zbigniew Seifert e “In performance” (‘79).
Valgan las delicias de Oregon como epílogo a esta pequeña historia de un aficionado a la Música que sólo ha pretendido exponer lo que sabe lo mejor posible, esperando sirva de sendero introductorio a quien lea estas líneas como me ha servido a mí.
La Música no se marchita, marchita nace la musiquilla para no perdurar.
© Enrique Farelo, 2004.
Enrique Farelo dirige y presenta “Alquimia” en Radio Rivas 95.4 FM, Madrid. http://www.audio.ya.com/radiorivas




sábado, 25 de febrero de 2017

HIROMI'S SONICBLOOM

HIROMI'S SONICBLOOM
XXV Festival de Jazz de Madrid - Fundación Carlos de Amberes Concierto XI
Fecha: 07 de noviembre de 2008.
Lugar: Auditorio de la Fundación Carlos de Amberes (Madrid).
Componentes:
Hiromi Uehara: piano y teclados
Tony Grey: bajo eléctrico
Mauricio Zotarelli: batería
John Shannon: guitarra eléctrica
Comentario:
La japonesa Hiromi Uehara y la americana Esperanza Spalding representan el paradigma paradójico en el jazz, de apariencia frágil como princesas de cuento son en realidad fuertes y resistentes como el que más.
 
                                                                                 Hiromi's Sonicbloom

En el caso de Hiromi Uehara ya sea como pianista o como teclista es una descarga de corriente eléctrica continua que maneja los tiempos con soltura y sencillez natural resultando fáciles de asimilar por el oyente y difíciles a la hora de ser ejecutados. Sus dedos se transforman en mazas que golpean el teclado sin piedad produciendo un juego de notas sin fin que la hace estar presente incluso cuando acompaña; ese uso e incluso abuso de arpegios, sin embargo, puede llevar su música al amaneramiento y producir un estancamiento creativo en el futuro a pesar de ser utilizados con imaginación e inteligencia.

                                                                       Hiromi's Sonicbloom

Con la notable ausencia de David Fiuczynski y su sustitución por John Shannon, el cuarteto se apoyó en Hiromi Uehara, Tony Grey y en el omnipresente batería brasileño Mauricio Zotarelli (también sustituto de Martin Valihora), dejando en un plano mas oscuro y secundario al mencionado guitarrista.

                                                                     Hiromi's Sonicbloom

La breve introducción de ragtime de Hiromi Uehara al piano sirvió para comenzar el concierto con el tema “Softly As In A Morning Sunrise”, dando paso a un solo del descriptivo y narrativo bajo de Tony Grey que, sin pausa, recorrió el mástil con tanta fluidez como virtuosismo.
  
                                                                  Hiromi's Sonicbloom
  
Música de raza y de vigor, de sangre, sudor y funk setentero palpable, especialmente brillante con ascensos y descensos en un ir y venir de locura en “Double Personality”.
Con “Time Flies” alcanzamos momentos de gran belleza, balada de ensueño para teclados, ecos y reverberaciones guitarrísticas por parte de Hiromi Uehara y John Shannon respectivamente.
  
                                                                              Hiromi's Sonicbloom

Pero mentiría si dijera que los momentos más impactantes no fueron la improvisación a piano solo (un medley sobre temas de George Gershwin y el afamado “Caravan” de Duke Ellington entre otros), música de dibujos animados tocada a gran velocidad y virtuosismo a ritmo de ragtime; y por su puesto la versión –esta vez a cuarteto– del clásico ellingtoniano. Interpretada de manera explosiva y emotiva, creó un incesante fuego ardiente y un vómito de energía inagotable que caracterizaron un fin de fiesta a todo sabor de un espectáculo que pareció no acabar nunca.
                                                                                                                             Texto © 2008  Enrique Farelo
  Fotos © 2008 Javier Nombela      

viernes, 24 de febrero de 2017

..: CHEMA VÍLCHEZ: YOGA Y JAZZ

Chema Vílchez nace en Madrid en 1967, cursando estudios de guitarra eléctrica, guitarra flamenca, armonía, arreglos y composición se graduó con honores en el Musicians Institute de Los Ángeles, California. Es también profesor de Yoga por la Fundación Sivananda.

Estudió con Robben Ford, Joe Diorio, Frank Gambale, Don Mock, Scott Henderson y Jimmy Findlay. Ha colaborado con artistas de talla mundial como Eric Marienthal, Alex Acuña, Alphonso Johnson, Chad Wackerman, Andrea Marcelli, Gary Willis, Steve Hunt, Mitchel Forman, Bob Sands, Dave Weckl, John Patitucci, John Stowell, Richard Bona y la Orquesta Nacional de Jazz de España.

Entre sus discos se encuentran títulos como: El Sueño del Navegante, La Naturaleza Sagrada de la Vida, Las Siete Revelaciones del Silencio -de guitarra clásica-, Contemporary Visions-Jazz Standard -con John Stowell-, Música para la Relajación y el Sosiego, y por último La Música de El Faquir.

En cuanto a su obra literaria cuenta con El Sueño del Navegante y otros Poemas y su última obra recientemente publicada titulada Yoga Renacer de la Vida.

La Música de El Faquir -basado en el éxito editorial de Ramiro Calle- y Yoga Renacer de la Vida, son los motivos que han motivado la realización de esta entrevista, en exclusiva para Tomajazz, con la inestimable colaboración de Carlos Lara. ¡Va por ustedes!
 Enrique Farelo

     
                                     
Enrique Farelo - Tomajazz: Yoga Renacer de la Vida, es tu último libro. ¿Qué quieres decir con esto? ¿Que en la vida se muere psicológicamente varias veces o más bien hablas de reencarnación?

Chema Vílchez: No, este título nada tiene que ver con la reencarnación. Renacer a la Vida tiene más que ver con lo primero que planteas. Nuestra vida está condicionada por toda una serie de patrones aprendidos en la infancia y perfilados durante las demás edades, patrones de conducta, sociales, y de otros tipos. Generalmente funcionamos de manera mecánica e inconsciente y estos condicionamientos nos suelen acompañar de por vida: Miedos y deseos, impuestos por el entorno o autoimpuestos nos condicionan en todos los aspectos vitales, desde la forma de tocar o componer, a como o con quien nos relacionamos, nuestra capacidad para ser felices, etc. Puede que, algún día, algo nos lleve a despertar de ese estado de mecanicidad. Ese despertar es, entonces, vivido como un nuevo nacimiento, un renacer. Ya que el libro trata sobre las diversas técnicas que el Yoga ofrece para estimular ese despertar, me pareció adecuado un título como “Renacer a la Vida”.

Enrique Farelo - Tomajazz: ¿Tiene sentido la vida sin la muerte?

Chema Vílchez: La vida siempre tiene sentido cuando se sabe ser feliz y libre. Cuando se vive esclavizado (por el entorno, el trabajo, la hipoteca, una forma de vida que no nos llena, etc.) es cuando parece que la existencia carece de sentido y apenas hay diferencia entre estar vivo o muerto.
  
                                                                                    ©Carmen Redondo

Enrique Farelo - Tomajazz: ¿Podrías explicar de forma sencilla y concisa, que es el Yoga?

Chema Vílchez: Pues hilando con lo anterior, te diré simplemente que el Yoga es un compendio de técnicas psicofísicas que nos ayudan a ser conscientes y romper ese bloqueo de la mecanicidad donde permanecemos ajenos a nosotros mismos, los pensamientos nos piensan a nosotros y no nosotros a los pensamientos.

Carlos Lara - Tomajazz: Qué criterios has seguido para poner música al libro de Ramiro Calle y qué es lo que más has querido destacar?

Chema Vílchez: En algunos temas he tratado de reflejar algunas de las secuencias más importantes del libro, tal y como si de una banda sonora se tratase. Con otros temas he tenido como inspiración la propia filosofía del Yoga y de la cultura india que, por otra parte, impregna toda la novela.

Enrique Farelo - Tomajazz: ¿En qué medida ha sido y es importante Ramiro Calle en tu vida y obra?

Chema Vílchez: Ramiro es fundamentalmente un buen amigo. No tenemos una relación maestro-discípulo ni nada parecido. Nuestra relación es de espontánea y natural amistad. Nos conocimos en la India hace diez años y rápidamente hicimos buenas migas. Ramiro Calle es una persona extremadamente inteligente, un orador brillante y un gran divulgador del Yoga, de hecho lo ha sabido trasladar muy bien a la mentalidad occidental. Durante varios años estudié con él en su centro. A él le gusta mucho mi música y a mí sus libros, hay una gran confianza y así de esa mutua admiración nos aportamos ideas. Hicimos hace un par de años un libro-disco, Música para la Relajación y el Sosiego, del que se han vendido más de 7.000 ejemplares y por lo que sé ha gustado a mucha gente de ámbitos muy diversos.

Carlos Lara - Tomajazz: ¿De dónde procede tu interés por la música de la India y el yoga?

Chema Vílchez: Pues mi interés por la India viene por mi interés en el Yoga, y el interés por el Yoga ... cualquiera sabe. Me compré el primer libro de Yoga con 12 años y me han interesado ese tipo de temas, la psicología, la espiritualidad incluso la parapsicología desde muy niño. Son de esas inquietudes innatas, como la música, que vienen contigo desde siempre y no sé si tiene sentido buscarles el porqué, yo me he limitado a desarrollarlas en la medida que he podido.

Enrique Farelo - Tomajazz: ¿Por qué esa devoción por la India?

Chema Vílchez: Bueno devoción no es exactamente la palabra, quizá interés. La India por una serie de razones es cuna de grandes saberes. Desde hace más de cinco mil años en el valle del Indo se desarrollaron conocimientos que hoy en día siguen vigentes y en algunas áreas superan el conocimiento vigente. Así que profundizar en la cultura india es siempre sumergirse en un mar de conocimiento y no pocas sorpresas.

Enrique Farelo - Tomajazz: El yoga, es ciencia y práctica. ¿En qué medida es importante para tu música, a la hora de componer?

Chema Vílchez: Las técnicas yoguicas tienen una efectividad inmediata. Por ejemplo, los efectos de algunos ejercicios de control energético por medio de la respiración los puedes notar en apenas 5 minutos. La práctica continuada realmente te transforma, y esa transformación impregna toda tu actividad. Creo que, como ya hemos hablado antes, en la medida que eres menos mecánico y tienes menos miedos eres más lúcido y consciente; más libre, y en la música, esto, al menos a mí, me parece fundamental. Tocar y componer con una mente abierta y libre me parece uno de los pilares básicos. Mente libre y una preparación técnica y formativa que te permita tocar aquello que oyes en tu cabeza son dos aspectos que me parecen esenciales.

Enrique Farelo - Tomajazz: Hablando de componer. ¿Cómo, cuándo y dónde lo haces? ¿Influyen los sueños en tus creaciones?

Chema Vílchez: Siempre de forma muy espontánea y como referencia fundamental la intuición. Durante años estudié teoría y armonía, y por supuesto todo lo que cayó en mis manos, referente a mi instrumento. De hecho son gran parte de las cosas que enseño a mis alumnos, pero a la hora de componer dejo todo eso de lado y trato de hacer un vacío para que en la medida de lo posible los temas surjan de manera natural y espontánea. Lo de los sueños es interesante porque todas las noches sueño con músicas. A veces consigo recordarlas muy bien y es cuando puedo grabarlas, en otras no termino de recordarlas del todo. Aproximadamente la mitad de mi música surge en sueños. El trabajar con los sueños es algo que me enseñaron de niño, y el recordarlos o estar consciente en sueños es una cosa que como todo se puede ejercitar.

Enrique Farelo - Tomajazz: ¿Cómo conjugas lo espiritual y lo material en tu obra, ya sea música ó literatura?
Chema Vílchez: Creo que ambas son una misma cosa. Yo lo vivo así, trato de mejorar como persona y creo que eso hace mejor mi trabajo, sea a través de la música o de la palabra escrita. Por eso buscar la libertad y la lucidez para mi es importante.

Enrique Farelo - Tomajazz: Afirmas que vivimos en una sociedad consumista que acumula objetos para llenar su vacío espiritual. Pero en abstracto un disco o un libro también son objetos materiales. ¿Por qué consideras que tus obras son algo más que objetos?

Chema Vílchez: Bueno, en un mundo material todo son objetos, algunos trascienden el puro hecho físico y se convierten en algo más. Yo no considero que mis obras sean nada en especial de forma objetiva. A algunos les dice mucho y a otros me imagino que nada. Yo trato de hacer mi labor lo mejor posible y de transmitir mi experiencia personal a través de la música o de los libros. Son los demás los que harán de mis trabajos, simples objetos de plástico o de papel o algo más valioso en sus vidas.

Enrique Farelo - Tomajazz: ¿Qué representan el miedo y el deseo para los hombres?

Chema Vílchez: Como tu bien sabes todos los problemas y conflictos del ser humano se reducen finalmente a esos dos factores, miedo y deseo. Estos dos aspectos son las fronteras que nos separan de la felicidad y de la libertad. El miedo y el deseo son la raíz del sufrimiento y parecen formar parte de manera intrínseca de nuestras vidas. El hombre a partir de la experiencia de otros hombres que lograron superar y trascender esos dos aspectos ha creado sistemas filosóficos, religiones y métodos. Lo curioso es que el uso que el ser humano ha hecho de esos métodos, religiones y filosofías con frecuencia ha acabado trayendo más sufrimiento, miedo y deseos.

Enrique Farelo - Tomajazz: En, La música de El Faquir, hay dos temas titulados Consciencia Dormida y Consciencia despierta. ¿Pero, la consciencia no es siempre despierta?

Chema Vílchez: Para mí la consciencia permanece latente en todo ser humano, pero se puede o no manifestar, de ahí llamarla dormida o despierta. Una de las grandes limitaciones que tiene el ser humano, con respecto a su capacidad de comprensión del mundo y de la realidad, radica en lo que llamamos “consciencia”. Posiblemente, vivimos en un estado de preconsciencia y el hombre realmente consciente esté aún por llegar. Quizá los que hasta ahora hemos considerado místicos, maestros y sabios sean una pequeña mutación, un indicio precoz de lo que será el hombre consciente. Este hombre realmente consciente o supraconsciente posiblemente nos acerque a una visión más objetiva del universo, más allá de los límites de nuestro entendimiento actual.

Enrique Farelo - Tomajazz: ¿El Sabio está más cerca del conocimiento ó de la consciencia?
Chema Vílchez: Yo creo entender la sabiduría como conocimiento y consciencia. Conocimiento no entendido como datos o saber de alguna materia, sino en un sentido más profundo. Conocimiento como aquello que nos permite ver más allá de las apariencias, lo auténtico más allá de la ilusión, hacer consciente lo inconsciente capacitando a la razón una visión clara de la realidad. El conocimiento rasga el velo que aprisiona nuestros párpados e impide que veamos con claridad los acontecimientos.

Enrique Farelo - Tomajazz: ¿El genio nace o se hace?

Chema Vílchez: Pues depende de lo que entendamos por genio. Para mi un genio y un sabio es algo muy parecido. Podría definirlo como la persona capaz de elevar la consciencia de quienes le escuchan o contemplan sus obras. Y con respecto a si nace o se hace, pues habrá que remitirse a los hechos, hay quienes nacieron genios y quienes se fueron transformando convirtiéndose en genios. Estos últimos posiblemente “renacieron a la vida”. Si me pides que te nombre un genio, pues por ejemplo Bach.

Enrique Farelo - Tomajazz: ¿Cómo explicas que unos tengan todo y otros nada? No solo en sentido material, sino también espiritual.

Chema Vílchez: Esta todo relacionado, los seres humanos hemos hecho de este mundo un infierno, una auténtica mierda comparado con lo que podría ser este mundo si fuésemos de otra manera. La política, la economía, los medios de comunicación, en gran medida todo esto es una auténtica basura. Sólo hay que mirar alrededor y ver la cantidad de injusticia, egoísmo y violencia que nos rodea. Allí donde no había llegado el hombre había un paraíso, y en cuanto pusimos nuestra “civilización” viene el desequilibrio. No podemos permanecer impasibles ante esto y sin embargo en cierta forma lo estamos fomentando con nuestra pasividad, no tenemos consciencia global de lo relacionado que está nuestro bienestar con el de los demás, con el equilibrio entre los sistemas que forman la vida.
Creo que el ser humano tiene dos pieles; la dermis, la envoltura del ego y, nuestra segunda piel; el mundo y cuanto nos rodea. Hasta que no sintamos como propia esa segunda piel habrá una minoría que tengan todo y una mayoría que no tenga nada o muy poco.

Enrique Farelo - Tomajazz: ¿Te consideras un músico global, que práctica todos los estilos-clásica, jazz, fusión, flamenco etc.?

Chema Vílchez: Bueno no me gusta ni etiquetarme ni encasillarme, tan sólo me considero músico. Para poder entendernos tenemos que ponerle nombres a lo que escuchamos y definir estilos, lenguajes y demás, pero cada vez veo menos clara la separación por estilos y sí por músicos. Para que se me entienda, creo ver más elementos en común entre un Bach y un John Coltrane que entre Bach y otros clásicos o Coltrane y otros jazzmen. Quizás no en la estética, pero sí en otras cosas menos evidentes pero sí más importantes.

                                                                                     ©Carmen Redondo



Enrique Farelo - Tomajazz: ¿Qué es el arte?

Chema Vílchez: Expresión y comunicación de lo intangible a lo tangible; sentimientos, pensamientos y emociones en formas que puedan ser percibidas. Puede haber arte en un plato de cocina, en la forma de caminar, o incluso en el modo de hacer una entrevista.

Enrique Farelo - Tomajazz: En otro orden de cosas. ¿Qué es Cultura Global?

Chema Vílchez: En la sociedad actual se ha generado una forma cultural que tiene más que ver con el anestesiamiento de la mente que con el arte. Es la cultura del consumo y del entretenimiento. En cierta forma, las expresiones culturales han pasado a ser un producto de consumo más. Su finalidad, hacer dinero. Da igual si el medio es fomentar espectáculos vulgares, producir el cine más violento, promocionar la música más superficial, la banalidad o crear falsos ídolos. El sistema en el que vivimos inmersos ha generado tales filtros que muy difícilmente pueden ver la luz trabajos desarrollados bajo un espíritu de introspección y búsqueda, ya que el concepto industrial y puramente comercial que gestiona las diferentes expresiones artísticas -música, pintura, literatura, etc.- monopoliza prácticamente todos los canales de promoción y distribución. Esta situación se convierte en un muro insalvable que aísla, todavía más, a las personas que quieren conocer y disfrutar de aquellas formas artísticas que representan la autenticidad del alma humana y que no rinden culto a una demoledora visión mercantil. Al mismo tiempo, esa barrera es una traba, a menudo infranqueable, para los creadores independientes y librepensadores que tratan de hacer llegar sus creaciones a un público más amplio. Cultura Global pretende ser una plataforma creada para derribar ese, hasta ahora, impenetrable muro, fomentando alternativas y enfoques artístico-culturales que propicien el crecimiento humano y la búsqueda de valores fundamentales (belleza, libertad, justicia social, fraternidad…), yendo más allá del mercantilismo y de las propuestas que ofrecen los canales habituales de la sociedad de consumo.

Carlos Lara - Tomajazz: ¿Cómo surgió la idea de hacer un disco de estas características?

Chema Vílchez: Como comentaba anteriormente, el yoga forma parte de mi vida desde hace años y ha constituido una fuente de inspiración permanente, así que estaba en deuda con el Yoga y la cultura india. La novela de Ramiro Calle “El Faquir” y nuestra amistad fue el revulsivo definitivo que impulsó el proyecto.

Carlos Lara - Tomajazz: La música de tu disco, ¿está más cerca de la new age o del jazz?

Chema Vílchez: Volvemos a las etiquetas. Hoy en día cuando me hablan de Jazz ya no se de que me hablan porque hay muchas tendencias. Y en cuanto a New Age es un término habitualmente utilizado para estéticas más light. Sólo puedo decir que es un disco muy libre y abierto, hay guitarras flamencas, ritmos indios, solos disonantes, otros melódicos, guitarras sintetizadas, los increíbles pianos de Moisés Sánchez y las fantásticas baterías de Luis Escalada. Creo que el disco integra muy diferentes estilos y tendencias, pero al final es simplemente música hecha con alma.

Carlos Lara - Tomajazz: ¿Cuáles han sido las principales influencias en tu música? ¿Y los guitarristas que más te han enseñado?

Chema Vílchez: Pues escucho músicas muy distintas con gran interés y trato de aprender de todas. Imagino que todas han dejado su poso. Te podría mencionar tanta gente que me interesa que ocuparía varias horas contándote. Me gusta mucho Bach, Brahms, Chopin, Rachmaninov, John Coltrane, Gonzalo Rubalcaba, Dave Liebman, Allan Holdsworth, Paco de Lucia, Richard Bona, Vinnie Colaiutta, las hermanas Labeque y yo que sé… un largísimo etc. En cuanto a guitarristas lo que más escucho desde hace diez años son guitarristas flamencos. Y siento que aprendo de todos porque es que todos son buenísimos: Paco, Tomatito, Manolo Sanlucar, Vicente Amigo, Manolo Franco, Gerardo Nuñez, Cañizares, el Viejín y los Jiménez del Caño Roto, Ramón Jiménez, Jesús del Rosario el hijo del Entri, estos tíos son todos increíbles. Vi hace un tiempo a David Jiménez tocando con Antonio Canales y me pareció el mejor guitarrista que había visto en mi vida.
  
                                                                                    ©Carmen Redondo

Carlos Lara - Tomajazz: ¿Qué opinión tienes de grupos como la Mahavishu Orchestra, Shakti y otras experiencias basadas en la música oriental?

Chema Vílchez: Pues muy interesante, un acercamiento muy acertado, John McLaughlin es un gran músico y la excelencia va con él en todo lo que hace.

Enrique Farelo - Tomajazz: Háblanos de los músicos que te acompañan en este viaje.

Chema Vílchez: Me acompañan Moisés Sánchez y Luis Escalada. Moisés es uno de los mejores pianistas del mundo, hay que estar sordo para no darse cuenta. Yo le conozco muy bien, llevamos muchos años tocando juntos y en breve se le empezará a reconocer como se merece. Luis Escalada es un gran batería , sólo hemos trabajado juntos para la grabación de este disco, pero espero que en breve tocaremos en directo juntos.

Enrique Farelo - Tomajazz: ¿Qué sentimientos te embargan momentos antes de salir a un escenario, para presentar tu música?

Chema Vílchez: Pues entre las risas que siempre nos traemos y la habitual preocupación por el sonido, ya que no es fácil encontrarse con lugares donde sonar bien, especialmente cuando trabajas con medios limitados, con técnicos de sonido a los que no conoces y que tampoco conocen el repertorio.
Enrique Farelo - Tomajazz: ¿Crees que existe una barrera que divide a los músicos clásicos, del resto de estilos, como el jazz, rock etc.?

Chema Vílchez: Desgraciadamente en países como España es así. El sistema de estudios en los conservatorios suele ser muy rígido y obsoleto. Gran parte de mis estudiantes son guitarristas con la carrera de clásico terminada y tienen unas lagunas a nivel formativo muy serias y en el campo de la improvisación es todavía más patente.

                                                     
                                                                       ©Carmen Redondo

Enrique Farelo - Tomajazz: ¿Se convertirá el cd en un soporte romántico, como el vinilo ó la fotografía en blanco y negro? ¿Cómo se distribuirá la música en un futuro?

Chema Vílchez: Creo que el cd va a desaparecer en cuestión de pocos años y todo se va a realizar a través de Internet. El público va a comprar la música directamente de la página de sus artistas favoritos o bien a través de un enlace desde estas a páginas como Itunes, Rhapsody o Napster, etc. Esto ya es una realidad en Japón o en Estados Unidos.

Enrique Farelo - Tomajazz: ¿Cuáles son tus proyectos más cercanos? ¿Y…tus próximos conciertos?

Chema Vílchez: Pues estoy terminando un disco que, puestos a usar las desdeñables “etiquetas” se puede determinar cómo flamenco-jazz. Espero hacer conciertos durante el 2006, tanto fuera como dentro de España. Tengo más ganas que nunca de tocar en directo, sobre todo un disco como “La Música de El Faquir”. El disco está gustando mucho y no quisiera que nadie se perdiera el directo. También me están llegando mails de músicos interesándose por el libro de yoga y en posibles cursos, así que organizaremos algo enfocado para músicos. Solo comentaros que quien esté interesado se puede comunicar conmigo a través de la web.

Un abrazo a todos los que formáis parte de Tomajazz.

© Enrique Farelo y Carlos Lara, Tomajazz 2006

Más información sobre Chema Vílchez en http://www.chemavilchez.com/

    
         




  

jueves, 9 de febrero de 2017

Louis Sclavis & Vincent Courtois

Louis Sclavis & Vincent Courtois (Festival Internacional de Jazz de Madrid, Auditorio del Instituto Francés, Madrid. 2015-11-19)
Festival Internacional de Jazz de Madrid
Fecha: Jueves, 19 de noviembre de 2015
Lugar: Auditorio del Instituto Francés (Madrid)
Grupo: Louis Sclavis & Vincent Courtois
Louis Sclavis: clarinete y clarinete bajo
Vincent Courtois: violonchelo
                        
                                                              Louis Sclavis-Vincent Courtois II

Como ya viene siendo habitual el Instituto Francés se ha sumado un año más a la programación del Festival de Jazz de Madrid. En esta ocasión con un concierto unos días después del desgraciado atentado terrorista de París, en memoria de cuyas víctimas se guardó un emotivo minuto de silencio.

En el escenario, dos de los más destacados músicos de Francia: el clarinetista Louis Sclavis, asiduo visitante de Madrid, y el violonchelista Vincent Courtois, que también ha pasado en alguna ocasión por la capital. Un dúo para el que no existen fronteras entre la música clásica, la contemporánea y el jazz. En cualquiera de los formatos en que ambos creadores colaboren, ya sea en el cuarteto Napoli’s Walls, a trío con el piano de Aki Takase, o con el violinista Dominique Pifarély, dejan traslucir siempre una transparencia donde se confunden los estilos musicales.
                         
                                                                                            Vincent Courtois

En las cuerdas del parisino Courtois pueden abarcarse desde los sonidos característicos de Marin Marais hasta los ritmos de Charles Mingus. Música bella que para nada suena a antigua, que está viva y que provoca en el oyente su capacidad de asombro.

Lo clásico y lo contemporáneo se rodean de muchos elementos del jazz, y las combinaciones que pueden llegar a formar ambos son infinitas.

                                                                                                Louis Sclavis

Si los instrumentos de cuerda marcan la línea más clasicista, Louis Sclavis al clarinete bajo puede acelerar su improvisación sin freno, pasando de una polka o una pieza sencilla a fraseos que recuerdan a Eric Dolphy en cuestión de minutos. Al ritmo de las cuerdas del violonchelo siempre planea la sombra del clarinete.

A su lado, Vincent Courtois realizó destacables solos haciendo gala de un perfecto dominio de su instrumento, tanto en los tonos medios como en los improvisados, extrayendo sus mejores sonidos. Sclavis supo poner el complemento perfecto para elevar el listón con sus precisos y brillantes fraseos al clarinete bajo o al clarinete, o bien mediante su respiración circular, recurso al que ya nos tiene acostumbrados este gigante del jazz europeo.

Texto: © Carlos Lara, 2015
Fotografías: © Enrique Farelo, 2015

Stefano Bollani (Centro Cultural Conde Duque, Madrid. 2016-06-04)


Stefano Bollani (Centro Cultural Conde Duque, Madrid. 2016-06-04)
Fecha: 4 de junio de 2016
Lugar: Centro Cultural Conde Duque (Madrid).
Componentes:
Stefano Bollani: piano y teclados


Según ha reconocido en algunas ocasiones, desde muy joven el sueño de Stefano Bollani era convertirse en un cantante tipo Adriano Celentano, el gran emblema de la canzoni rock italiana. Amante del pop, del rock, de la bossa nova o de la clásica, para este milanés de 44 años no existen las fronteras musicales. Antes de inclinarse definitivamente por el jazz, y de consolidarse como uno de los mejores pianistas y compositores europeos, Bollani siempre ha tenido muy claro que el jazz debe tender a mezclarse con otros géneros musicales. Y así ha ido labrando su carrera. Nombres como Frank Zappa, Renato Carosone, George Gersh­win, Kurt Weill, Chick Corea, Caetano Veloso, Antonio Carlos Jobim o Maurice Ravel forman parte del cuadro de honor de su trayectoria. Puede decirse, por tanto, que existen tantos Bollanis como músicas que le han influido y así queda patente en los diferentes proyectos que mantiene.
Como pianista en solitario hemos tenido oportunidad de disfrutarlo en varias ocasiones. Esta vez lo hacía para presentar su nuevo trabajo, Napoli Trip, un homenaje a la canción napolitana y a sus sonidos más tradicionales, fusionando la tradición y el swing.

“Cuando interpretas en vivo, interpretas para el público, es por eso que el que está sentado en la sala debe sentirse protagonista de la velada, tiene derecho a sentirse implicado y así poder después emocionarse”, ha manifestado en ocasiones sobre las relaciones entre el músico y el auditorio. Sin esta complicidad, un concierto de Bollani no sería fiel a sí mismo. Estamos acostumbrados a que el público se mueva de sus asientos y se implique con el músico, tirando de ironía y provocaciones empáticas que hace que los aficionados se sientan confortables con su presencia.
                                       
 Fiel a estas premisas Bollani ofreció un concierto ciertamente previsible, pero no exento de sus mejores cualidades. Oscilando desde un pianismo intenso a veces, un tanto naif en otras y con momentos más atonales, el milanés realizó un repaso a su fiel y coherente manera de concebir el jazz. “Vicoli” y la tradicional canzone “O sole mio” fueron los temas que dieron inicio al concierto. Casi sin solución de continuidad, se sucedieron piezas como “Reginella”, una vieja canción napolitana, interpretada con finura y delicadeza, a otras cantadas en plan balada con acompañamiento de piano eléctrico, pinceladas soul como “I Got You (I Feel Good)” de James Brown o “El amor brujo” de Manuel de Falla, o como la que ofreció para despedirse, una versión del clásico brasileño “Tico Tico”. Como tampoco podía faltar su ritual de solicitar al público una especie de “peticiones del oyente” con el pianista interpretando las diez canciones solicitadas por el respetable. Entre ellas, “Bésame mucho”, “El domador de pulgas”, “Perfidia”, “Maruzzella”, “Satisfaction”, o “Sapore di Sale”, demostraron una vez más que, aparte de su gran sabiduría musical y que es un extraordinario improvisador, un concierto de Bollani puede ser de todo menos aburrido.

 Texto: © Carlos Lara, 2016
Fotografías: © Enrique Farelo, 2016

viernes, 3 de febrero de 2017

...: ENTREVISTA A DAN WALL. Por Enrique Farelo

...: DAN WALL: EN TRIO EN MADRID
     
Fue en el preámbulo de la entrevista cuando el propio Dan nos confesó que en el álbum Off the Wall (Enja 1997) aparece en los crédito un tal Lester Larrouse; en realidad no era sino el mismísimo John Abercrombie. Tal hecho se debió a la mala relación existente entre el productor de Ecm (Manfred Eicher) y el productor del sello Enja (Matthias Winckelmann), quien exigía que Abercrombie no apareciera en dicho disco, teniendo que cambiar su nombre por el antes reseñado.

Por Enrique Farelo, traducción por Sergio Cabanillas. Entrevista concedida el 8 de noviembre de 2003, en el Cercle Catalá de Madrid con motivo del concierto presentación de Santiago De La Muela B-trío, lo que dará como resultado un nuevo disco de este estupendo jazzman español. Fotografías por Sergio Cabanillas.
  



    Enrique Farelo: A los 17 años recibes una mención honorífica como estudiante. Antes de esa edad ¿cómo se desarrolla tu infancia con relación a la música?

Dan Wall: Vengo de una familia de pianistas; mi abuelo, mi padre, mi madre y mis sobrinos, por lo que he estado oyendo el piano siempre. Al principio estaba harto de oír pianos, por lo que me interesé por las guitarras. Empecé  a tocar y a escuchar a Wes  Montgomery, el cual se hacía acompañar por Jimmy Smith, y a los pianistas Art Tatum y Herbie Hancock.

Enrique Farelo: ¿Qué estudios cursas, con quién y dónde?

Dan Wall: Tuve un profesor al principio que no me gustaba nada (John Mehegan), por lo que utilicé un método musical y comencé a tocar de oído. Posteriormente estudié en Berkelee (Boston).

Enrique Farelo: ¿Qué tipo de música escuchabas en la infancia y la adolescencia?

Dan Wall: Fundamentalmente la radio, cosas comerciales, R&B (Ramsey Lewis )

Enrique Farelo: ¿Cómo surge la idea de tocar con un músico español?

Dan Wall: Me gusta la combinación de órgano y guitarra; y la forma de tocar de Carlos “Sir Charles” González y por supuesto la de Santiago de la Muela. En definitiva la química de ambos instrumentos.

Enrique Farelo: ¿Cuándo decides tocar el Hammond B-3?

Dan Wall: Toqué los dos instrumentos a la vez, hasta el año 1982; luego sólo el piano  hasta el 91, en el que John Abercrombie me llamó para formar un trio con Adam Nussbaum, momento en el cual me centré más en el órgano.
Sigo tocando más el piano que el órgano, ya que me resulta más sencillo; de hecho tengo un trío en Cleaveland.

Enrique Farelo: ¿Cuáles son tus pianistas y organistas más admirados?

Dan Wall: Art Tatum, Erroll Garner, Bill Evans, Herbie Hancock, McCoy Tyner, Keith Jarrett como pianistas.
Jimmy Smith y Larry Young como organistas.




Enrique Farelo: ¿Supone Larry Young tu principal referencia?

Dan Wall: Sí, para mi es una influencia, porque es lo que me viene a la cabeza, simplemente. También pienso en los pianistas a la hora de tocar el órgano; Larry también era pianista.

Enrique Farelo: ¿De los organistas actuales a quienes conoce, y cuáles te parecen los más interesantes?

Dan Wall: Joey DeFrancesco y Larry Goldings.

Enrique Farelo: ¿Y Medeski, Jeff Palmer...?

Dan Wall: Han tenido mucho éxito pero no sé hasta que punto suponen una corriente o influencia como tal. Los que marcan la diferencia son los ya señalados.

Enrique Farelo: ¿Qué otros organistas conoces al margen del jazz?

Dan Wall: Brian Auger, Keith Emerson.

Enrique Farelo: ¿Mike Ratledge,Dave Stewart?

Dan Wall: Conozco los nombres pero no su música.

Enrique Farelo: Has tocado con John Abercronbie, Mike Goodrick  y ahora con Santiago. de la Muela. ¿Te ha resultado difícil acoplarte a cada uno de ellos?

Dan Wall: Me resulta relativamente sencillo adaptarme a la música; más que adaptarme a la música me adapto a las personalidades.
  



Enrique Farelo: ¿Qué conoces del jazz español?

Dan Wall: Tete Montoliu... Marc Miralta de nombre.

Enrique Farelo: ¿Es el jazz europeo hoy en día más creativo que el americano?

Dan Wall: Europa es un sitio para tocar; si tuviera que tocar siempre al estilo americano “me suicidaría”.

Enrique Farelo: En Open Land tocaste al lado de Mark Feldman y ahora con Santiago. ¿crees que podrían compenetrarse para grabar juntos en un futuro?

Dan Wall: Mark Feldman es muy conocido por el free; un gran músico. Sería un experimento muy interesante. ¡Me encantaría!

Enrique Farelo: A finales de los 60 parece que el hammond cayó en desuso en el jazz y sin embargo  hoy parece haber un relanzamiento. ¿A qué crees que es debido?

Dan Wall: Sí, efectivamente hablábamos el otro día de dicho resurgimiento. Después de grabar en el 92 con Abrecrombie, más tarde lo hicieron John McLaughlin, John Scofield, Michael Brecker con Larry Goldings dándole un sonido más moderno al órgano, por lo que creo que ha resurgido.

Enrique Farelo: ¿En que medida crees que condiciona grabar para Manfred Eicher (ECM)?

Dan Wall: Me siento libre porque Manfred Eicher lo que quiere oír es muy libre. Puede haber problemas porque tiene los conceptos clarísimos de lo quiere oír: si llegas con unas ideas preconcebidas puede haber problemas. ¡Gran productor!... ¡es una gran experiencia trabajar con él!

Enrique Farelo: ¿Piensas que es mejor tocar a trío o con mayor número de músicos como en Opend Land (99)?

Dan Wall: ¡Piano u órgano siempre con trío, hasta la muerte!

Enrique Farelo: ¿Qué proyectos tienes de cara al futuro al margen de trabajar con Santiago  y “Sir Charles”?

Dan Wall: Piano sólo, y con un trío en el sur de EEUU con Gary Bartz, Robbie Newman y Billy Hart.

             © Enrique Farelo
Fotos y traducción del inglés por Sergio Cabanillas, Tomajazz 2003