HIROMI'S SONICBLOOM
XXV Festival de Jazz de Madrid - Fundación Carlos de Amberes
Concierto XI
Fecha: 07 de noviembre de 2008.
Lugar: Auditorio de la Fundación Carlos de Amberes
(Madrid).
Componentes:
Hiromi Uehara: piano y teclados
Tony Grey: bajo eléctrico
Mauricio Zotarelli: batería
John Shannon: guitarra eléctrica
Comentario:
La japonesa Hiromi Uehara y la americana Esperanza Spalding
representan el paradigma paradójico en el jazz, de apariencia frágil como
princesas de cuento son en realidad fuertes y resistentes como el que más.
Hiromi's Sonicbloom
En el caso de Hiromi Uehara ya sea como pianista o como
teclista es una descarga de corriente eléctrica continua que maneja los tiempos
con soltura y sencillez natural resultando fáciles de asimilar por el oyente y
difíciles a la hora de ser ejecutados. Sus dedos se transforman en mazas que
golpean el teclado sin piedad produciendo un juego de notas sin fin que la hace
estar presente incluso cuando acompaña; ese uso e incluso abuso de arpegios,
sin embargo, puede llevar su música al amaneramiento y producir un
estancamiento creativo en el futuro a pesar de ser utilizados con imaginación e
inteligencia.
Con la notable ausencia de David Fiuczynski y su sustitución
por John Shannon, el cuarteto se apoyó en Hiromi Uehara, Tony Grey y en el
omnipresente batería brasileño Mauricio Zotarelli (también sustituto de Martin
Valihora), dejando en un plano mas oscuro y secundario al mencionado
guitarrista.
La breve introducción de ragtime de Hiromi Uehara al piano
sirvió para comenzar el concierto con el tema “Softly As In A Morning Sunrise”,
dando paso a un solo del descriptivo y narrativo bajo de Tony Grey que, sin
pausa, recorrió el mástil con tanta fluidez como virtuosismo.
Música de raza y de vigor, de sangre, sudor y funk setentero
palpable, especialmente brillante con ascensos y descensos en un ir y venir de locura
en “Double Personality”.
Con “Time Flies” alcanzamos momentos de gran belleza, balada
de ensueño para teclados, ecos y reverberaciones guitarrísticas por parte de
Hiromi Uehara y John Shannon respectivamente.
Pero mentiría si dijera que los momentos más impactantes no
fueron la improvisación a piano solo (un medley sobre temas de George Gershwin
y el afamado “Caravan” de Duke Ellington entre otros), música de dibujos
animados tocada a gran velocidad y virtuosismo a ritmo de ragtime; y por su
puesto la versión –esta vez a cuarteto– del clásico ellingtoniano. Interpretada
de manera explosiva y emotiva, creó un incesante fuego ardiente y un vómito de
energía inagotable que caracterizaron un fin de fiesta a todo sabor de un espectáculo
que pareció no acabar nunca.
Fotos © 2008 Javier
Nombela
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